lunes, 11 de enero de 2010

´´ MODERNAS SICODÉLICAS ´´

Como el núcleo de un huracán. Como las primeras escarchas de las últimas gotas del rocío. Nos empieza a llegar la nueva temporada. Poderosa, sutil, embriagadora, llena de ilusiones y frustraciones. Cargada de proyectos y directrices en espera que el consumidor decida y dé su veredicto, positivo o negativo. Que alguna famosilla de turno se decline por una tendencia u otra será decisivo para inclinar la balanza hacia el lado del reconocimiento o al ángulo oscuro de la desaprobación urbana.
- ¿Y esta temporada qué se lleva? - nos preguntarán como cada año nuestras ilustradas clientas. Nosotros, muchas veces, con cara de Póquer, contestaremos – Todo. Cortos, medios, largos, simétricos o asimétricos, bicortes o compactos, degradados o desfilados, triangulares o igualados, rectos o…
Solo el peluquero que haya hecho los deberes con precisión, profesionalidad y criterio propio de las nuevas tendencias y se haya definido, desgranando toda la información recibida, saldrá ileso de esta pregunta. Tenemos que pensar que nos enfrentamos a la mujer del siglo XXI. Su acceso a la información es rápido e inmediato. Nos confrontamos a una mujer culta que lee, razona y lo consulta todo en la red. Influye en la sociedad, y donde su inteligencia se impone a dominar el mundo en muy pocas generaciones. Disponen del músculo más potente del ser humano: el celebro. Dios… siento como un pequeño escalofrío, ¿es miedo o respeto?... Seguramente será algún pequeño resquicio machista hormonal, heredado de algún antepasado familiar.
Modernas sicodélicas, vanguardistas de convicción, barrocas espesas, clásicas renovadas, futuristas acomplejadas, minimalistas atrevidas. Eso sí, con las ideas muy claras. Plenas de iones positivos y negativos. Féminas que deciden su sexualidad, con firmeza y sin complejos. Mujeres que idolatrarán tú profesionalidad o te hundirán en lo más profundo de la ignorancia colectiva profesional y personal. Con un poder de decisión absolutamente firme y conciso. Esas son nuestras clientas, las que aguardan la renovada temporada después de un caluroso verano que da entrada a una nueva estación. Confían que las ilusionemos, que les demos un chispazo de moda, de esperanza, de renovación y de juventud para enfrentarse de nuevo al circo mediático de nuestra sociedad.
Estar preparados es algo vital para nuestra supervivencia, siempre con argumentos sólidos y creíbles. Vivimos una flamante realidad en nuestros salones. Poseemos el privilegio de ser las primeras generaciones de peluqueros que recibimos y redescubrimos los recientes imperativos sociales. Tenemos la gran responsabilidad de dar respuesta a las necesidades de la nueva mujer del siglo XXI.

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