viernes, 8 de enero de 2010

Crear marca y marca la diferencia

FÓRMULA VITAL PARA NUESTROS NEGOCIOS
Lo primero de todo desearos un año 2010 lleno de éxito y buenos propósitos, aunque a nivel económico nos auguran un año difícil pensar que en estos tiempos es cuando surgen las mejores ideas tanto en la rentabilidad económica como en la artística, y no nos olvidemos que siempre los más fuertes, los más valientes y los más audaces siempre sobreviven.


A finales del año pasado visité Chipre por motivos de trabajo concretamente Nicosia, su capital, donde presenté nuestra nueva colección Moments. Quedé gratamente recompensado de recibir tantos gestos de agradecimiento e interés por parte de nuestros compañeros de este país en la demostración de nuestros trabajos. Viví unos días muy intensos en los cuales me entregué de todo corazón dando todo lo que sé a unos profesionales que intentan, como europeos plenamente (que ya lo son), conseguir evolucionar su sistema de trabajo que aún se basa primordialmente en el peinado de largas melenas con fuertes volúmenes y marcajes de puntas y medios, con múltiples cepillos trabajados con secador de mano.

Durante mi estancia en Nicosia visité varios salones de peluquería y quedé muy sorprendido al comprobar que aunque su estructura artística está un poco estancada su concepto de marca y marcar la diferencia si que lo tenían muy claro. Salones que transmitían un mensaje en sus aparadores: distribuciones limpias y sensatas; mobiliarios donde el minimalismo imponía sus formas sin castigar el sentido estético; equipos de trabajo bien estructurados con un mismo objetivo; zonas de espera donde se contagiaban sensaciones de bienestar; tecnología en maquinaria de un buen nivel (climazones, ozonos, instrumentos de corte, etc.) y zonas de venta bien pensadas y orientadas a una venta limpia de imagen y situadas en zonas estratégicas. Todo ello me radiaba la sensación de que sí habían entendido lo de crear marca, y que el nombre de los salones transmitían calidad y caché propio.

Por otro lado fui descubriendo lo bien que recibían a las clientas y el tiempo que les dedicaban a escuchar sus peticiones de servicios o cualquier problema de su cabello. Como norma les preparaban esos magníficos y generosos cafés fríos llenos de espuma – que a mí me encantaron y no dejé de beber en toda mi estancia –, con los cuales obsequiaban a todas sus clientas a la llegada como si de un ritual se tratara. Me di cuenta rápidamente que también habían entendido lo de marcar la diferencia. Cada salón de los que visité lo hacía a su manera y casi todos conjugaban casi a la perfección lo de crear marca y marcar la diferencia con sus competidores.
De vuelta, en ese viaje casi interminable de horas de avión y esperas en horas de trasbordos para llegar a casa, empecé a escribir este artículo. Tenía prisa por explicaros todo lo que había experimentado y transmitiros como de importante son esas palabras de marca y marcar, las cuales nos pueden llevar a nuestro éxito profesional pues lo primordial ya lo tenemos: constancia, creatividad e ingenio.

A mis tres compañeras de viaje: Paqui y Leila, directoras de producto internacional, y Ángela, compañera de escenario y directora de Time Grup BCN, decirles que ha sido todo un placer y un honor poder viajar y compartir experiencias con tres mujeres de tal talla: humana y profesional. Gracias por todo

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