Aún recuerdo, hace muchos años, cuando esperábamos con autentica emoción la llegada de estos importantes eventos. Era el momento de las novedades de descubrir nuevos métodos de trabajo tanto técnicos como artísticos. Londres, Nueva York, Madrid, Barcelona, Paris…., eran mis citas preferidas como la de miles de profesionales. Nadie podía, si quería estar al día, perderse estas manifestaciones de moda.
En aquellos días, donde el móvil ni internet eran claves en la configuración de nuestra vida cotidiana, estos acontecimientos eran imprescindibles para el desarrollo de nuestra profesión. Llego el mundo globalizado y la tierra dejo de ser redonda y se convirtió en plana. Unida por cientos de cables invisibles que consiguieron conectarnos unos a los otros. La información y las noticias, desde cualquier parte del mundo, nos llega al instante y en fracciones de segundo. Solo con conectarnos a la red y navegar hacemos la pregunta que queremos saber obteniendo la respuesta a nuestras inquietudes, dudas ó simplemente curiosidad.
Los peluqueros de este país, en los últimos años, nos quejamos de que Las ferias de nuestro sector han bajado considerablemente su calidad. Después del esfuerzo, económico y de tiempo, que conlleva asistir a un evento de esta índole. Nos venden un producto donde nos hacen sentir que será la solución para estar a la última de todos los avances de nuestra profesión como en tiempos pasados.
Y nosotros caballeros andantes, defensores de los rizos y pelos sin dueño, ahí estamos como ejércitos disciplinados, madrugadores, haciendo colas, rellenando formularios ,buscando un lavabo en pasillos interminables, donde próstatas y vejigas ponen su fortaleza a prueba como Jabatos en plena lucha de subsistencia, buscando un café caliente servido en vaso de cartón que sabe a plástico……….Y al acabar el día, con nuestras manos llenas de bolsas abarrotadas de publicidad que nunca leeremos –Nos diremos a nosotros mismos. ´´ Valla tomadura de pelo´´.
Los espacios de peluquería cada vez más escasos dan paso a múltiples lugares de ventas de baratijas y mercadillos ambulantes donde se mezclan, bolsos con muñecos con jabones con velas con calzoncillos con bragas con fajas con extensiones con extensiones y con extensiones…….Nosotros atónitos ante tal espectáculo nos preguntamos.- ¿ y el ganado para cuando?.
Señores feriantes, reinventemos las ferias con un plus de originalidad, maestría y profesionalidad. Donde los nuevos valores de la peluquería tengan un espacio para manifestar su creatividad. Ó a lo mejor, es que este formato ya no tiene razón de existir. Simplemente se ha agotado. Bien por razones sociales ó bien porque queremos estrujar cada día más, a la que fue, la gallina de los huevos de oro.
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