Un litro de leche, doscientos gramos de azúcar blanco, una cucharada de bicarbonato de sodio disuelto en media taza de agua y un toque de esencia de vainilla.
Pondremos a fuego lento la leche y el azúcar en una olla de cobre conduciéndolo hasta hervir y removiéndolo constantemente. Poco a poco vamos agregando la mezcla de agua con bicarbonato y vainilla. Cuando consigamos aflorar el color marrón tradicional de este postre sabremos que su tiempo de cocción ha finalizado. Dejaremos que se enfríe y el dulce de leche estará listo para saborear.
Mi objetivo es crear un reto claro. Conseguir de vosotros unos lectores activos y que podamos, como un gran equipo, construir todos juntos, y a la vez por separado, este dulcísimo postre. Con toda seguridad, aunque utilizando los mismos ingredientes, cada uno de nosotros le daremos un toque especial y singular.
Esta es la labor de un buen líder. Ahora, más que nunca, nuestros negocios, empresas o peluquerías -o como queráis llamarles- es lo que más necesita, y con urgencia. Crear equipos con una nueva filosofía: «IMPRESCINDIBLE». Tener un líder valido para dirigirlo: «VITAL». El líder ha de ser claro con los ingredientes y transparente a la hora de indicar los utensilios donde cocer el postre. Siempre con lenguaje claro y marcando retos asequibles a conseguir. Tampoco no cometer el error de creer que con un buen líder está todo solucionado. Hoy en día, quien crea que aún existe el personaje genial que saca a flote un proyecto o negocio se equivoca. Son los equipos, con su flujo de ideas e intercambio de experiencias, la clave del éxito. Trabajar conjuntamente ensamblados por un gran líder sin olvidar el proyecto personal de cada uno, aunque compitiendo sinérgicamente al mismo tiempo y en la misma dirección.
Hacía tiempo que no paseaba por mi ciudad sin un rumbo fijo sólo por el simple placer de caminar y observar calles, comercios y personas. Sin poder evitarlo, mis miradas se inclinaban hacia los múltiples salones de peluquería que me encontraba en mi camino. Salones grandes, medianos, pequeños, que no destacaban por lo concurridos de clientes que estaban dentro de ellos. Atónito, no podía dejar de leer letreros publicitarios en sus aparadores, vidrios y puertas como:
«Primera visita gratis» - «Si traes un acompañante tu corte gratis» - «Oferta anti crisis» - «Todo a 6 €» - «Los jueves lavar y peinar 3 €» - «Día del jubilado» - «Los niños a 2 €» - «…»
Perdonadme, pero tengo dudas. O yo estoy enfermando mentalmente o este sector se está volviendo loco. ¡Cómo puedo hablar de equipos, líderes y anagramas para avanzar hacia la nueva peluquería del siglo XXI! Esperad,… esperad,… empiezo de nuevo:
…………… ULCE DE ECHE.
Un litro de azúcar, doscientos gramos de leche blanca, una cucharada de sodio disuelto en media vainilla en taza de bicarbonato, esencia de agua.
Pondremos a leche lenta el fuego y la azúcar de cobre en una olla conduciéndolo hasta revolviéndolo…………………………………………………
JULIÁN GIJÓN
Asesor Artístico – Creativo de Kin Cosmetics
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